miércoles, 24 de abril de 2013

I. La civilización y el progreso. 1. LA CONQUISTA DEL "DESIERTO"




El desarrollo industrial europeo necesita  materias primas y alimentos baratos. Los estancieros argentinos obtienen ganancias jamás vistas incorporando las extensas praderas pampeanas a la producción agroexportadora. 






La tierra es un bien que ha multiplicado su valor. Estancieros, militares y gobernantes, ponen en marcha la guerra contra el indio hasta su eliminación.

 El Gral. Roca y sus oficiales 
Oficina telegráfica en el Fortín Villegas
Oficiales del Regimiento 3 de Caballería
 Soldados llevan el cadáver de su Cnel. muerto en batalla
El cacique Pincén

El cacique Villamañe, vencido y con uniforme del Ejército vencedor obtenido en la negociación de paz
Esposas de caciques

EL SALDO DE LA CONQUISTA DEL “DESIERTO” (?) DIRIGIDA POR EL GENERAL ROCA:

·         14. 000 aborígenes fueron capturados, trasladándolos a la fundación de alejadas colonias,
·          incorporándolos a la Marina de guerra,
·         tomándolos como sirvientes en las casas de las familias ricas,
·         destinándolos como trabajadores forzados a la Isla Martín García, a donde fueron a parar unos 800 ranqueles para picar adoquines para las calles de Buenos Aires.
Por cierto, nada sabemos de la cantidad de indios que murieron en combate, fusilados, o muertos de hambre, o por alguna enfermedad mortal ( cólera, fiebre amarilla o viruela).

Dio comienzo la marginación de los indígenas. Y con ella, no sólo su desaparición física, sino también su desaparición cultural.

Caciques vencidos
Indios vencidos obligados a cristianarse
PARA LOS INDIOS, LOS DERECHOS NO EXISTEN
  • 1924. Masacre de Ñapalpí, Chaco. Rebelión de indios tobas por magros salarios y abusos de estancieros, reprimida por la Policía. 200 indios muertos.
  • Los estancieros patagónicos aumentaron sus propiedades después de la conquista del desierto, pagándoles  a cazadores de indios por cada indio muerto.
              El  pago es contra la presentación de cabezas, orejas o testículos de indios…”
             (José Ma. Borrero, “La Patagonia Trágica”).



Indígenas reducidos en la reserva, al sur del Río Negro. Pero los estancieros también
organizaron cacerías de indios vencidos para quedarse con esas tierras.





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